LA PUERTA INFERNAL

LA PUERTA INFERNAL

LA PUERTA INFERNAL

                           

En el pequeño pueblo de Trasmoz hace mucho tiempo, unos niños desaparecieron en el viejo castillo. Ahí os cuento la historia.

 

Dos niños llamados Juan y Pedro se fueron una noche de acampada. Cuando estaban montando las tiendas de campaña, tan contentos, se apostaron que no se atrevían a subir al castillo. Discutieron y discutieron y Pedro dijo que se atrevía a subir.

 Por la noche, Pedro, con un candil, subió al castillo con mucho miedo porque iba solo y conocía muchas historias de miedo.


 El castillo era muy viejo, lleno de grietas, con ruidos…

Pedro llega al castillo y entra en él. Al entrar se encuentra una puerta,  vieja y llena de astillas. Bajo ella sale una débil luz. Él siente mucho miedo. Le tiembla la boca, no para de mover las piernas y los brazos…


 La puerta se abre lentamente con un crujido que recuerda al rechinar de los huesos en un cementerio. Se oyen unos pájaros, los búhos, las hojas moverse y unas voces que se ríen.


 La puerta se abre lentamente, ve una cara de… no sabría describir ese rostro tan extraño y, a la vez, tan horrible que le miraba  con unos ojos malignos.

 La puerta continúa abriéndose, como si tuviera vida propia y al final ve…

¡UN AQUELARRE DE BRUJAS!

 El pánico invade su cuerpo, empieza a temblar… y quiere salir corriendo de allí pero… la bruja más vieja señala con un dedo a Pedro. Al momento se oye un grito espeluznante.

 

Juan preocupado porque Pedro no vuelve, sube al castillo. Entra en él y oye a Pedro que lo está llamando. Juan se tranquiliza porque oye a Pedro y cree que está bien. Pero cuando se acerca a Pedro, Pedro lo señala con el dedo y, al momento, se oye un grito espeluznante.

 

Pasaron los años y esta historia se convirtió en leyenda. Una historia que contaban los abuelos a los nietos al amor de la lumbre, así pasaron los años…

 Hasta que un día, una niña que estaba paseando por el bosque oye un grito.

 -¡Dios mío! ¡Alguien necesita ayuda!

 Va corriendo hacia el castillo…

Armando Lorén Crespo

 

 

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